
El Miércoles de Ceniza y durante toda la Cuaresma, estamos llamados al arrepentimiento y la penitencia, y a una comunión más profunda con Dios y con el prójimo a través de la oración, el ayuno y la limosna.
De manera especial, dar limosna en Cuaresma nos permite crecer en generosidad, participar activamente en el cuerpo de Cristo y responder al llamado de Dios de amar y cuidar de los demás.
Tus ofrendas de Cuaresma a Plato de Arroz de CRS marcan una diferencia para millones de nuestros hermanos más necesitados. Permiten a las familias en países como Uganda, El Salvador e Indonesia, acceder a alimentos nutritivos, construir medios de vida sostenibles y prosperar frente al cambio climático.
Los obsequios descritos son simbólicos, y representan el bien que tu donación hará en favor de las personas en los países donde servimos.